“La inocencia no encuentra protección en la culpabilidad.”
Francois De La Rochefoucauld.
En Sol se encuentra en Géminis (Mercurio), y Venus en Tauro y Marte, junto a Júpiter en Aries. Esto marca una energía infantil que puede ser interpretada de diferentes maneras. Comenzaré diciendo que nos haría bien relajarnos y tomar este momento de nuestra existencia como una experiencia lúdica y divertida.
Siempre que el zodíaco nos da indicios de temáticas infantiles, lo habitual es relacionarlas con el pasado: conductas aniñadas, reacciones instintivas y mecánicas, manipulaciones y sensación de invalidez; por lo que debemos evitar caer en estas dimensiones que solo generan retroceso.
Ahora deseo asociar las temáticas infantiles a la inocencia que nuestro espíritu trae a la presencia diariamente y que a veces percibimos o no. Conectar con la libertad de mostrarnos, ser, pensar tal como somos, sin encontrar ninguna “falla” en ello.
Este proceso inicia en nuestras mentes y en el deseo… por lo que sería conveniente alinearnos con el amor sentido, para poder abrir nuestra mente a lo que realmente merecemos, y no boquearnos con lo que pensamos que merecemos; pues la trampa de la mente nos distrae, y a menos que trabajes para pensar desde la abundancia la y gratitud, cerraremos la posibilidad de ver que hay un mundo de posibilidades esperándonos. Luego, el deseo también tiene que ver con el amor que sientes que te mereces, pero si te conectas con tu inocencia, comprenderás que tus formas limitantes de verte solo son parte de una idea errada que todos tenemos en mayor o menor medida. Si pudiéramos hacer un reseteo y mirarnos como seres espirituales que somos, seremos mas gentiles y podremos amarnos a partir de todas las experiencias de nuestras vidas.
Sin embargo, el poder más concreto lo tiene ahora mismo Marte en Aries, expandido por Júpiter. Por lo que ahora requieres de esa claridad de la mente y del deseo para accionar valiente e instintivamente a “darnos a luz”, salir de cualquier oscuridad en la que ahora te encuentres (física, emocional, intelectual, relacional, económica, de dependencia, espiritual, etc.) y abrirte a la luz, iluminarte con todo tu ser, dejando de encontrar conflictos, miedos, dudas y abrazando todos tus “modos”, porque la realidad, nos pide mayor consciencia y paz interior -todo lo demás no es real-.