“El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”
Eleanor Roosevelt.
El cielo se encuentra movilizado por energías muy evidentes. Marte y Saturno, conjuntos en acuario, activan el deseo de movernos, la relación con la autoridad y cómo se conjugan ambas temáticas en el contexto social.
Por un lado, Marte trae la necesidad de la velocidad y el vértigo, mientras que Saturno aplica un freno de esa energía. Representa un impacto desear movernos rápido por algo que realmente deseamos y que encontremos personas, situaciones o cosas, que limiten o nos imposibiliten el movimiento. La fuerza de los dos planetas será manifestada de manera mental, lo que generará ráfagas de pensamientos y deseos de accionar, más una potencia mental de sabotaje interno que nos mantiene inmóviles.
Muchas formas pueden existir en las que se manifiesten esta energía, sin embargo, una que percibo en mis consultas, es una gran pesadez en el cuerpo o deseos de dormir. Esta conjunción genera estrés, y tensión física y mental, por lo que es muy importante utilizar recursos que nos ayuden a gestionar estas ansiedades.
Es pertinente pensar que es una gran forma de darnos cuenta de nuestros limites mentales o en qué ámbito sentimos desvalorización.
Venus ingresa a Piscis
Este planeta personal se suma a Júpiter y Neptuno, habitando la fuerza de piscis. Piscis nos envuelve predominantemente en el mundo emocional, ilusorio y onírico. Venus manifestará de manera directa el lenguaje del amor en su mayor manifestación. A partir del entendimiento de corazón a corazón, es probable que nos sintamos movilizados, sensibles con ciertos temas que nos igualen como humanidad. En piscis no hay límites, está la posibilidad de mirarnos como un solo ser vivo, percibirnos a través del otro, comprender que no existe diferencia y que los dolores humanos son comunes.
En este contexto mundial, donde miles de guerras toman vida, es oportuno parar y sentir cuál es nuestro aporte en el caos que el mundo representa. ¿Cómo contribuyo al conflicto desde mi individualidad? Tal vez la respuesta esté en nuestra mente; tal vez somos violentos en nuestros pensamientos, en la forma como nos expresamos, en los juicios de valores que hacemos a otros, o de pronto no responsabilizándonos de nuestra porción como existencia.
Mi propuesta es utilizar la conexión jupiteriana y neptuniana para sentir, y a partir de allí, sensibilizarnos, ver al otro como una expresión nuestra. Solo movilizando nuestra mente hacia pensamientos constructivos, siendo verdaderamente empáticos con todo lo que involucra tu vida, y entendiendo que el movimiento debe tener un sentido, es como sacaremos el freno que Saturno nos pone.
¿Qué nos quiere mostrar Saturno?
Mostrarnos nuestros límites y la forma como nos relacionamos con ellos, es uno de los aspectos que este planeta trae. Cómo reaccionamos con la autoridad, cómo convivimos con los límites de nuestro cuerpo y nuestra mente, cómo se encuentra nuestra escala de valores morales y humanos, etc. El planeta nos invita a mirar estas temáticas desde la absoluta responsabilidad de nuestros actos, ser conscientes de que nuestra vida es lo que hemos construido, y de que no hay experiencia ni fuerza humana externa que nos pueda someter. Solo nosotros le damos el poder que debemos ejercer con nosotros, a otros.
La temática con Saturno es que requiere de agallas para hablarnos con franqueza, aunque no nos guste la situación. Exceso de realismo o verdad. Sin embargo, si somos humildes ante la vida, y permitimos que nos moldee, podremos utilizar la potencia de los momentos para crecer y optimizarnos.
Te invito a bailar al ritmo de la vida y disfrutar del instante presente, que es el único que tiene valor.